efecto matriz en alimentos, averigüe cuales de sus alimentos inhiben y dejan patógenos en letargia: no se detectan ¡pero siguen viables!
El efecto matriz en alimentos, al contrario que en cosméticos o en aguas cloradas, es algo de lo que se habla poco, y no se resuelve.
Casi todos los alimentos incorporan conservantes (bien a propósito o bien como saborizantes cuyo efecto secundario es la inhibición de ciertos microorganismos) que dificultan la detección de algunos microorganismos. Y esto convierte la microbiología de alimentos en una auténtica caja negra. Y dispara la incertidumbre de los resultados a niveles cientos de veces superiores a la incertidumbre calculada según Normas ISO.
Algunos autores defienden ¿Y si un alimento es inhibitorio, por ejemplo para Listeria, para qué necesito detectar si el alimento la contiene? No es un argumento válido. Es una pregunta que ya nunca se hace nadie que trabaje en microbiología cosmética o en aguas de consumo humano o de piscinas, con cloro. Porque si el microorganismo está presente en un alimento, subletal-letárgico, pero viable, las BPFs y el sentido común exigen que sepamos que está, ya que en tal caso, cuando el consumidor lo ingiera, el efecto conservante se va a diluir y el microorganismos se va a revitalizar, provocando una toxiinfección alimentaria.
MICROKIT ha desarrollado desde 2021 el primer servicio que permite a los fabricantes de alimentos averiguar para qué microorganismos son inhibitorias sus matrices. Y mostrar sus logros para conseguir detectarlos desde entonces. Bien empleando Buffered Peptone Neutralizing Water (BPNW, APTN) o bien, además, partiendo de la dilución -2 del alimento.
Acompañado de servicio intercomparativo, en el que MICROKIT es pionero desde hace ya más de 2 décadas, el servicio Seilalimentos-Plus permite a cada fábrica de alimentos no sólo detectar qué microorganismos son inhibidos en sus matrices, sino además resolver el problema de falsos negativos que ello supone, analizando de nuevo, una vez aplicadas las soluciones para detectarlos (los mismos inóculos ciegos) y resolver definitivamente este poblema «oculto» de la microbiología alimentaria.
De paso, es un intercompartivo de élite, porque no está sometido a obsoletas Normas ISO sobre coordinación de ensayos intercomparativos, ni a sus más que permisivos valores «Z», ni a su eliminación de laboratorios con resultados supuestamente aberrantes (que en realidad no lo son, y lo parecen por aplicar estadística barata, en vez de microbio-estadística). Nosotros aplicamos criterios más acordes a la ISO 11133-2 de «control de calidad de medios de cultivo», extendida a «control de calidad de procedimientos analíticos en microbiología de alimentos».
No lo dude, si fabrica o analiza alimentos, esta es la herramienta que necesita. Y si los auditores desconocen el efecto matriz y sus gravísimas consecuencias sobre los falsos negativos, el problema es de ellos, no de Ud. Defienda su postura y no se vea sometido a tener que añadir, además, uno de esos obsoletos servicios intercomparativos acreditados con z-scores y test de Grubbs o de Cochram, que ni siquiera se plantean acabar con el problema del efecto matriz. Puede que el mercado sí, pero la microbiología no funciona así.
Solicítenos folleto técnico y calendario de rondas (3 al año) de Seilalimentos-Plus.
En cada ronda podrá analizar, aparte del alimento común intercomparado (por duplicado, por dos de sus analistas), 3 de sus alimentos (ó mas si así lo contrata)